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Medicina para la Tierra: Sanando las Aguas del Mundo (Healing the Waters - Spanish)

Medicina para la Tierra: Sanando las Aguas del Mundo

por Sandra Ingerman. Copyright 2014

El agua es vida! Sin agua, no habría vida en este planeta. Como seres humanos, estamos formados principalmente por agua. El agua refleja nuestro paisaje interior y la belleza de nuestra alma.

Una solución a nuestra actual crisis ecológica es trabajar con el principio femenino de SER en vez de HACER. En quiénes nos convertimos, cambia el mundo. Porque podemos ser un poder sanador a través de nuestra presencia.

Mi amor por el agua me llevó a estudiar Biología Marina. Pensé que pasaría toda mi vida trabajando en un modelo científico para revertir la contaminación de las aguas del mundo.

Pero el destino me llevó a una dirección muy diferente. En 1980 me introdujeron en la práctica del chamanismo. Cuando aprendí sobre el poder del trabajo de sanación espiritual, centré mi atención en cómo podemos usar métodos espirituales, no sólo para sanar el agua del mundo, sino también para revertir toda la contaminación ambiental.

Estudiando las prácticas de las tradiciones espirituales, he aprendido que todo en el mundo exterior es un reflejo de nuestro mundo interior.

Esto se puede ver en la enseñanza: “cómo es arriba, es abajo; cómo es adentro, es afuera”. Esto significa que desde un punto de vista espiritual, la toxicidad que vemos en nuestro entorno es un reflejo de nuestra propia toxicidad interna.

Recientemente hemos experimentado graves sequías en algunas partes del mundo, mientras que en otros lugares se están produciendo inundaciones extremas. Esto es un reflejo de lo desequilibrado que está nuestro mundo interior. Para apoyar nuestra salud ambiental, el principio femenino de en quién nos convertimos, debe cambiar el mundo y no sólo lo que hacemos. Esto significa que debemos aprender a vivir un estilo de vida espiritual y consciente.

La armonía interior crea armonía exterior. Entre los salish que viven en el noroeste del Pacífico (EE.UU.), la palabra “scalatitude” se utiliza para describir cómo es la vida cuando existe un verdadero parentesco con la naturaleza: “Cuando el ser humano y la naturaleza están en perfecta armonía, la magia y la belleza están en todas partes”.

El verdadero trabajo es aprender a cambiar nuestros pensamientos, actitudes y sistemas de creencias. Realmente debemos trabajar con la “alquimia del alma” para cambiar realmente nuestro entorno interior, porque nuestro estado interior del “SER” se refleja en el mundo exterior. La definición literal de alquimia es: “trabajar en y a través de la densa oscuridad interior”. Este es un trabajo grandioso e incluye el compromiso con las prácticas espirituales, que debemos llevar a cabo diariamente y durante todo el día.

En la práctica del chamanismo, los pensamientos se entienden como esenciales, es decir, sustanciales. Las palabras también son consideradas como semillas que tienen un poder creativo. En el arameo original el término abracadabra es “abraq ad habra”, que literalmente significa “Yo soy creador/creadora mientras hablo”.

En las culturas indígenas, la diferencia entre expresar pensamientos o emociones problemáticos y enviar emociones, es perfectamente bien entendida. En nuestra cultura occidental, donde no reconocemos lo que sucede en los reinos energético e invisible, a menudo nos encontramos llenos de pensamientos y emociones venenosas que luego enviamos a nosotros/as mismos/as y al mundo. Sin darnos cuenta, podemos terminar enviando “energías tóxicas” a otras personas, al planeta e incluso a nosotros/as mismos/as. A menudo envenenamos nuestra agua dentro y fuera de nosotros/as mismos/as, porque no estamos conscientes del efecto de nuestros pensamientos y palabras.

La clave para esto, es aprender a reconocer la profundidad de nuestros sentimientos. La experiencia es toda una gama de sentimientos, que van desde la alegría hasta la ira, que es parte del ser humano. No queremos reprimir nuestros sentimientos. Debemos reconocer lo que sentimos y luego transformar la energía detrás de nuestros pensamientos y palabras en una energía llena de amor y luz. Debemos reconocer cuándo estamos enojados y cuándo este enojo es desencadenado por alguien o un suceso. Entonces necesitamos transformar la energía detrás de nuestros pensamientos, la cual conectamos con nuestras emociones. De esta manera podemos expresar lo que sentimos al alimentarnos a nosotros/as mismos/as, a los/as demás y al planeta con amor y luz radiante.

La aplicación de nuestra imaginación es necesaria para llevar a cabo la práctica espiritual, para la transformación de la contaminación del agua. Debemos ser capaces de imaginar un medio ambiente con agua pura y limpia que sustente toda la vida. Con nuestra imaginación soñamos y damos forma a nuestro mundo.

Muchos chamanes dicen que estamos soñando el sueño equivocado. Como cultura hemos olvidado cómo ver, así que hemos sido arrojados al caos del universo y hemos manifestado una vida basada en pensamientos confusos e inquietos.

Tenemos la oportunidad de crear otra realidad soñando un sueño que incluya amor y armonía; conexión con toda la vida, así como paz, igualdad y alegría para todo tipo de vida.

Para ello es importante incluir todos los sentidos. Usted debe ser capaz de imaginar vivir en un mundo donde el agua es fresca, abundante y limpia. Es importante ver cómo sería el agua. Preste atención al color del agua limpia y fresca. En su sueño despierto huela  el aroma de la lluvia, el aire húmedo y el agua limpia. Guíe sus dedos a través del agua y sienta su textura y poder curativo mientras se lava las manos en ella. Beba un poco de agua y sienta el sabor limpio y fresco en su garganta. Escuche el maravilloso sonido del agua en su sueño despierto. Tal vez pueda oír el sonido de un hermoso río. O pueda escuchar el sonido de las olas del mar. Tal vez pueda escuchar el sonido de la lluvia en el techo de su casa. Entre en el sueño y viva de él. Experimente el sueño como si éste estuviera aquí ahora.

Cuando cambiamos nuestra percepción, también cambiamos nuestra realidad. Para cambiar nuestra percepción y crear un ambiente limpio, debemos ser capaces de ver la belleza en todas las cosas. Para ver la belleza en todas las cosas, debemos vivir en un estado de apreciación y gratitud.

En 1997 tuve un sueño lleno de poder en el que el dios egipcio Anubis se me apareció y me dijo que la clave para el trabajo espiritual para revertir la contaminación, es la transfiguración.

Cuando desperté del sueño, tuve que buscar el significado de transfiguración y aprendí, que ella significa transformación. Había oído historias de tradiciones chamánicas acerca de cómo los chamanes se convierten en animals, como lobos y cuervos. Pero al principio no pude vincular esta práctica con la inversión de la contaminación.

Una perspicacia importante vino por medio de mi vecina Kathy, que también era una de mis clientes. Kathy murió de cáncer de hígado. Un día nos sentamos juntas y hablamos como amigas. Cuando le hablé de mi sueño, se emocionó mucho y comenzó a contar historias sobre Jesús. Como cristiana fundamentalista, ella sabía exactamente cómo Jesús se transformó y cómo comenzó a brillar con destellos de luz. Mientras estaba en este estado transfigurado de luz divina, realizó curaciones milagrosas.

Ahora comprendía el mensaje de Anubis para mí: la luz sana y transforma. Mi investigación acerca de diferentes tradiciones espirituales, mostró innumerables referencias de chamanes, sanadores/as y maestros/as espirituales de diferentes tradiciones que se transforman en luz divina al realizar curaciones milagrosas. Puesto que somos esencialmente luz espiritual conectada a toda vida, el espíritu es lo que somos más allá de nuestra piel. Cuando dejamos caer todo lo que nos separa de nuestra luz divina, todo lo que está fuera de nosotros refleja un estado de divinidad, luz y perfección.

Después de escribir mi libro, “Healing Mother Earth: How We Can Transform Weself and Our Environment” (Sanando a la Madre Tierra: Cómo podemos transformarnos a nosotros/as mismos/as y a nuestro medio ambiente), comencé algunos experimentos científicos, para averiguar si las prácticas que escribí sobre las toxinas realmente son transformadas. He trabajado con agua desionizada intencionalmente (agua pura sin minerales) con hidróxido de amonio, un contaminante común y peligroso en nuestro medio ambiente. Dado que el hidróxido de amonio es una base fuerte, es fácil comprobar su presencia con la ayuda de tiras de pH. He trabajado con muchos grupos de estudiantes hasta el día de hoy. Con cada uno de estos grupos, el agua ha cambiado un valor de pH de 1-3 puntos hacia neutron, según los principios sobre lo que he escrito. Después de habernos preparado para nuestra ceremonia, la ceremonia real duró unos 20 minutos. El valor del pH cambió durante este periodo. Desde un punto de vista científico, esto no es posible.

A partir de estos primeros experimentos, he utilizado una cámara GDV para capturar y traducir las energías físicas, emocionales, mentales y espirituales que emanan de una persona, una planta, un líquido, un polvo o un objeto inanimado y han sido traducidas apoyadas por medio de un modelo y/o soporte de computadora. En otras palabras, esta cámara de diagnóstico mide y evalúa la energía del campo del aura e integra esta información en un informe generado por un ordenador a través de imágenes.

La cámara nos permitió documentar el cambio de energía de las sustancias presentes en nuestro círculo. Una y otra vez vimos el campo de luz del agua creciendo en medio de nuestro círculo, como si estuviéramos experimentando e irradiando nuestra luz divina. Para ver algunas de las fotos, visite https://www.sandraingerman.com/gdvcameraresults.html.

Las ceremonias que conduzco implican liberar estados egoístas, aquellos nos separan de nuestra divinidad, para entonces alcanzar un estado de unión con el poder del universo, la fuente divina de luz y el amor universal. Trabajamos con el entendimiento de que el agua refleja nuestro estado de armonía interior. Al irradiar nuestra luz, todo lo que nos rodea refleja un estado de salud y luminosidad.

Cuando trabajamos de esta manera, percibimos a todas las personas y al todo en el espacio y en su perfección divina. La contaminación puede ocurrir a nivel físico. Pero en un nivel espiritual reconocemos la perfección divina de toda vida. De esta manera estimulamos la luminosidad del agua. La física cuántica establece que una frecuencia más baja se ajusta a una frecuencia más alta y no en vice versa.

Es importante notar que no tratamos de manipular el ambiente en nuestras ceremonias. No oramos por el agua ni enviamos luz o energía curativa al agua. No nos concentramos en los tanques de agua en el altar de nuestro círculo. Nos cambiamos a nosotros/as mismos /as transformándonos en luz divina, perfección y unidad con el entendimiento de que nuestro mundo exterior reflejará los cambios internos que hacemos. Este tipo de percepción se remonta al principio antiguo y esotérico: “cómo es arriba, es abajo; cómo es adentro, es afuera”. Simplemente irradiamos nuestra luz espiritual como una estrella en el cielo nocturno. Cuando dejamos que nuestra luz brille, nuestro mundo exterior refleja nuestra naturaleza divina.

Cuando estamos en la presencia de un gran sanador espiritual, la sanación simplemente sucede. Estas personas no usan métodos o técnicas, se curan a través del amor y de la luz que irradian.

Nuestro cuerpo es principalmente agua. Al experimentar nuestra luz divina, el agua en nuestro interior se transforma en un estado de armonía y salud. A medida que transformamos nuestra mentalidad negativa y oscura, y trabajamos conscientemente en nuestros pensamientos y en las palabras que usamos todo el día, sanamos tanto nuestra agua interior como el agua del mundo que nos rodea.

Toda vida está hecha de luz. Todos somos luz. Todo es luz. Al recordar esto, podemos transformar todo en nuestro ambiente exterior y lo que recibimos en pura luz sanadora.

Todas las tradiciones espirituales enseñan que todo se manifiesta en un nivel espiritual antes de que se manifieste en el nivel físico. En un momento en el planeta en el que muchos de nosotros nos sentimos impotentes y sin fuerzas, es crucial que entendamos que tenemos el poder de hacer cambios en el planeta integrando prácticas espirituales en nuestras vidas.

Prácticas

Traiga a su vida prácticas espirituales simples en las que el respeto y el agua sean honrados. Comprenda que el agua refleja nuestro propio estado interno de contaminación. Aprenda a transformar la energía detrás de sus emociones y pensamientos en amor y luz.

Haga de esto una práctica diaria para honrar al agua. Mientras se lava o lava los platos, conéctese con el agua y agradezca por la forma en que el ella sostiene la vida. También le sana y purifica. Mientras beba, agradezca la vida y la comida que le trae el agua.

Cada vez que beba agua o visite las diferentes aguas, siempre véala en su luz divina. Recuerde, todo está en su percepción. Si usted siente que el agua está sucia, está sucia. Levanten los velos entre los mundos como lo han hecho los chamanes desde el principio de los tiempos. Así decide ver la luz y percepción divina en las aguas del mundo.

La tierra, el aire, el agua y el sol sostienen nuestras vidas. No debemos contaminar lo que nos mantiene vivos. Honre al agua y a todos los elementos que nos dan vida. Ellos nos honrarán a su vez a nosotros/as mismos/as.

Busque un lugar para sentarte. Usted puede viajar a un lugar hermoso en la naturaleza o visitar un parque cercano con un lago, estanque o arroyo. Sentarse junto al agua corriente, como un río, un arroyo o una cascada, puede ayudarle a alejarse de sus preocupaciones habituales y sacar a relucir su sabiduría interior. Observar las olas en el océano crea un estado de aperture, para que pueda escuchar los mensajes de su alma. Cuando se siente junto al mar, puede sentir las olas elevándose dentro de usted. Cuando se siente junto a un río o arroyo, cae en su conciencia sensorial del flujo de su agua interior. Un lago o un estanque podría asociarle con el silencio.

Escuche música que le resulte relajante e inspiradora. Acuéstese o siéntese. Cierre los ojos y mantenga la intención de que quiere percibir el agua bajo la ciudad y lo que fluye a través de ésta en donde vive. Experimente las aguas y conozca las cualidades del agua que fluye por la tierra o el campo. Ábrase a su percepción sensorial y note lo que siente en su cuerpo mientras lo hace.

Piense en la gente, los árboles, las plantas, los animales y otros seres naturales que viven a su alrededor. Medite en cómo se reflejan las cualidades del agua en la que usted vive.

Cuando sienta que ha terminado, regrese de su meditación. Puede tomar algunas notas. Dé un paseo al aire libre y sienta cómo el agua fluye por debajo de la tierra. Aunque viva en una ciudad, todavía hay agua en el país en el que vive.

En algunos lugares los imponentes ríos y océanos son fuertes. En otros lugares hay arroyos apacibles y lagos tranquilos que alimentan el suelo; y en otros, hay cuencas de agua abajo de la tierra con un arraigo tan profundo que es posible encontrar agua debajo, lo cual mantiene la vida.

La fusión con el agua es una manera maravillosa de convertirse en “uno” con el flujo de la vida. El agua fluye natural y de forma graciosa. El agua es un reflejo de lo divino femenino y ésta refleja la naturaleza de nuestra alma. Podemos aprender sobre el poder y la naturaleza del agua fusionándonos con ella. Cuando nos fusionamos con un elemento, las enseñanzas que recibimos van más allá del entendimiento mental, pero actúan sobre nosotr/as físicamente, cuando nos volvemos “uno” con la energía de otro ser.

Escuche música relajante y acogedora. Imagínase convertirse en “uno” con una fuente de agua como un lago tranquilo, un río, una cascada, el mar, la lluvia, la niebla, etc…

Adéntrese en sí mismo/a y experimente cómo pierde sus propios límites y se vuelve “uno” con esta fuente de agua. Conozca el agua convirtiéndose en ella. Abra su conciencia sensorial, percibiendo todos los sentimientos en su cuerpo mientras lo hace.

Relájese convirtiéndose en agua. Esto es una práctica sumamente poderosa y regeneradora.

Cuando se sienta listo, sepárese de la fuente de agua a la que se fusionó y regrese suavemente a sí mismo/a y a la habitación en la que se encuentra. Siéntase animado/a por su experiencia. Sentirse presente y conectado/a a la tierra.

Si necesita ayuda para sentirse más arraigado/a después de un ejercicio tan largo, imagínese cómo crecen las raíces profundas desde las plantas de sus pies hasta la tierra. O imagine que está sentado/a con su cuerpo contra un árbol y apoyado/a en él.

Escuche una pieza musical que cree un estado expandido de conciencia. Formule una intención de viajar hacia adentro para experimentar su luz interior. Puede imaginarse viajando en su cuerpo y fusionándose con una estrella. Una estrella trata de no brillar, no hay esfuerzo. Una estrella no elige dónde y cuándo brilla su luz. Una estrella simplemente emite luz e ilumina toda la vida.

Permita que su luz divina nutra todas las células de su cuerpo. Lleve esta luz profunda a sus células. Imprégnese y disfrute de esta luz.

Después de unos 15 minutos de experimentar su propia luz divina, regresará de esta experiencia sin separarse completamente de su verdadera naturaleza espiritual. Somos seres brillantes.

Tome un vaso de agua ahora. Y si irradia su luz, experimentará lo suave, fresca y dulce que sabe el agua. Es la misma agua que bebe todos los días. Pero si se permite experimentar y vivir un estado de luz, el agua siempre reflejará su propia luminosidad.

Tenga cuidado con lo que pone en el agua y no la contamine. Si agradecemos y bendecimos el agua por todo lo que comparte, y, a cambio de esto, el agua también nos bendecirá a nosotros/as.

Por Sandra Ingerman Copyright 2014. Todos los derechos reservados.